Y me iré

                

Sí, tengo los días contados. Me iré lejos, tan lejos que ni tan siquiera el viento podrá enviarme su composición sonora. Dejaré de hablar y desistiré de pensar en nada, renunciaré a ese amor infinito que te tuve para que los pequeños resquicios que aún quedan vivos suban hasta mi alma con la idea de romper mi corazón y anegar mi angustia. Esto me llevará probablemente a estrangularme. Me iré para decir lo que dicen los poetas. Me iré para que las centellas de las estrellas vengan a buscarme para recoger las flores del ecosistema desconocido, o tal vez, vengan para recoger mis cenizas. Me iré lejos, muy lejos, tan lejos, como lo hizo el bohemio perdido por la naturaleza que buscó la nada de un refugio vacío.

Llegaré a un lugar desconocido donde mi aislamiento se impondrá a las leyes de lo establecido. Sí, quiero estar solo y por estar solo me iré donde ya ni tan siquiera la luz me permita ver el movimiento de mis dedos. Buscaré el silencio porque siempre fue mi ilusión, estar a solas con mi elipsis. Oiré únicamente el latido de mi corazón en la soledad que he querido implantarme. Buscaré el silencio para oír lo que me ha desequilibrado en esta sociedad injusta e irracional.

Me iré lejos para no verte en los brazos de otro aunque en los brazos de otro te veré cuando cierre mis ojos. Solamente los abriré para dejar caer una lágrima en los arenales de mi futuro desierto, y luego, volveré a cerrarlos para dormir abrazado a tu ausencia. Me marcho para caminar en paz buscando el final del túnel que me lleve a la vida eterna.

Paco Morán (30-8-96)

Siempre seré un bohemio perdido por la naturaleza