¿Y qué decir del paraíso? Ese
lugar donde dejé parte de mi corazón roto y que ahora que se ha recompuesto y me
arrastra para completarse.
Cuando redescubres las esencias que te enamoraron el primer día, los paisajes que parecen intactos al paso del tiempo, de la prisa, de la gente, cuando vuelves... cuando vuelves todo es perfecto y rememoras el sabor de la primera vez. La paz retorna de la memoria al presente más inmediato.
Cuando redescubres las esencias que te enamoraron el primer día, los paisajes que parecen intactos al paso del tiempo, de la prisa, de la gente, cuando vuelves... cuando vuelves todo es perfecto y rememoras el sabor de la primera vez. La paz retorna de la memoria al presente más inmediato.
El calor de la arena fina no
molesta, puesto que no es más que una parte del encanto de lo que una vez fue
tan sólo eso, "el paraíso".
Mi paraíso, allí donde la gente no te juzga, donde todo es alegría, alegría para callar un llanto, para seguir el camino, para coger aire y que mañana, mañana todo sea posible. Estas 30 horas de vacaciones en el paraíso han hecho que mi corazón recuerde que las personas no sólo somos gente, que todos podemos ayudarnos, que la elegancia está en las sonrisas, que el lujo es saber que cuentas con alguien, con todos, que la educación no es hablar de usted, sino hablar de ti mirando francamente a los ojos y ofreciendo lo mejor de ti.
Mi paraíso, allí donde la gente no te juzga, donde todo es alegría, alegría para callar un llanto, para seguir el camino, para coger aire y que mañana, mañana todo sea posible. Estas 30 horas de vacaciones en el paraíso han hecho que mi corazón recuerde que las personas no sólo somos gente, que todos podemos ayudarnos, que la elegancia está en las sonrisas, que el lujo es saber que cuentas con alguien, con todos, que la educación no es hablar de usted, sino hablar de ti mirando francamente a los ojos y ofreciendo lo mejor de ti.
Hoy en mi paraíso he
redescubierto a aquellos malditos ángeles que todo lo hacen posible y me he
mirado en el agua preciosa que acuna la playa al ritmo del faro.
Hoy en el paraíso me he visto a mí,
a mí como antaño, con el pantalón recogido hasta los piés, caminando por el
sendero de listones de madera para que de una vez por todas las veces que he
deseado reencontrarme contigo....
Paco Morán (22-8-2012)