Estamos empeñados en hacer de la
vida un auténtico sendero de dificultades. Vivimos la existencia como si fuera
una condena. Parece como si tuviéramos que pasar por esta vida siete veces,
como lo haría un gato. No y mil veces no. Sólo una vez tenemos que atravesar el
sendero hasta la muerte. Con el adiós ya no habrá vuelta a empezar. Una vez que
lleguemos al cementerio, todo habrá acabado.
Y es que el hombre ya empezó a
desviar su camino desde que cambió la carne de dinosaurio para pasar a la
hamburguesa. El hombre desvió su camino desde que Caín acabó con Abel. Mira que
ha pasado tiempo desde entonces, mira que ha cometido errores el ser humano, mira
que se repite la historia en cada lugar del mundo. Y mientras vislumbramos todo
esto, tenemos que observar escenas vergonzosas que hacen al hombre agachar la
cabeza ante tanto delito. Pero cuando la levantas, vuelve a ver escenas
similares. Nada cambia. Parece mentira que llevemos millones de años matándonos
los unos a los otros. Parece mentira pero así es.
Paco Morán (13-3-95)
El
ser humano lleva matándose mutuamente desde hace millones de años