Cuando El Vagabundo aparece tu transistor se convierte en la lámpara de Aladino, lo frotas y salgo. Quizás yo no pueda concederte un deseo, pero sí darte lo mejor que tengo. El Vagabundo puede darte amistad, comprensión, amor, paz, calor y deseos de unión. En esta hora intempestiva, El Vagabundo visita tu farmacia de guardia, tu garita, tu taxi, tu cama o tu estado de angustia. Llego para decirte que no estás solo. Entro en los paisajes del alma para oír voces en tu interior. Paseo por los recovecos oscuros de tu imaginación con el fin de crear un mensaje de anhelo e ilusión en ti. En la radio de El Vagabundo te diré cada noche que para que el tiempo sea oro a su paso por tu ronda, no te puedes conformar en verlo pasar sin acariciarlo, ni tampoco sin quererlo coger con las estranguladoras manos de tu deseo. Ve tras él, para que del mismo modo tú crees la riqueza de espíritu y de optimismo. Y cuando a tu lado asome, no lo dejes ir sin engancharte a su controvertido entorno. Atrápalo y avanza junto al rico metal para destinar una vida plagada de sentimientos. El tiempo te hará caminar hasta tu muerte con la mayor de las sonrisas originadas por los derrotados desequilibrios de la mentira, la ambición o el engaño.
Descubre en tu interior que el genio de la lámpara siempre está en ti, como lo está El Vagabundo. Sabes que llego cada noche a tu radio y a tu casa con mi uniforme de mendigo. Después de saber que la sangre sigue corriendo por la tierra y que los necios siguen conjurando a nuestras espaldas. El Vagabundo te pide que combatamos desde la radio contra ellos y contra todo lo que nos desiguala.
Paco
Morán (5-4-96)
Si
el tiempo es oro, atrápalo