Estamos
todos sentados ante el fuego y sosegados ante la noche. Todos alrededor de la oscuridad y zambullidos en ella. Con la penumbra del infinito por
montera nos disponemos a desenfundar nuestra arma de comunicación. Solo
veintiocho letras tenemos para entendernos. Este será nuestro único capital
para demostrarnos toda la amistad que hemos conquistado en estos meses de
radio. Carecemos de capitales de intercambio, y en consecuencia, esto es todo
lo que de interés podemos mercantilizarnos.
El
principal problema del mundo es la falta de diálogo. Por eso estoy aquí, para
pedirte que te unas a nosotros. Millones de seres humanos salen a la calle y no
hablan con nadie en el transcurso de una jornada. Miles de hombres y mujeres ni
tan siquiera saben agradecer a la divina providencia haber nacido. Pocos
gratificamos el ver cada día ese rayo de luz que nos conduce a la esperanza. No
damos las gracias por poder comer el pan nuestro de cada día. Ante este
horizonte, hermano mío, sólo te puedo pedir que vivas la vida con
agradecimiento.
Mañana
cuando te levantes lo primero que has de hacer es darle las gracias al sol por
alumbrarte y darte calor. Mañana cuando te levantes lo que has de hacer es
darle un beso a tu madre, a tu esposa, a tu hijo, o tal vez, a tu amante.
Mañana cuando te levantes, tómate una café en el bar de la esquina con tu
vecino. Mañana cuando te levantes, dale un beso a tu novia y dile que la
encuentras preciosa. No seas aguafiestas. Vive el lado positivo de la presencia
puntual. No te empeñes en hacer de la subsistencia un vía crucis sin sentido.
El Vagabundo te invita cada noche a encontrar la razón de vivir. Aún estas a
tiempo. Todavía estas en disposición de buscar nuevas sensaciones.
Paco Morán (26-9-96)
Esta noche te invito a que viajes conmigo en una estrella