Existe un gran número de
seres humanos que desde pequeños escucharon decir en su entorno: “Consigue
dinero ante todo que la felicidad vendrá luego”.
El dinero, aunque lo nieguen
los que lo tienen, puede que dé momentos de felicidad o algo parecido, pero lo
que no da desde luego es la virtud, ni mucho menos da bondad, ni tan siquiera
da inteligencia, ni el amor, ni el placer, ni la amistad, ni la sensibilidad,
ni el cariño. En el peor de los casos, el vil papel destruirá las virtudes más
humanas que posee el hombre.
Aunque te empeñes en
conseguir virtudes, nunca las podrás comprar con dinero. Si el mundo está mal es
porque un gran número de seres humanos han seguido al pie de la letra la frase
que encabeza esta súplica: “Consigue dinero ante todo que la felicidad vendrá
luego”.
Estos seres humanos son los
culpables de que ahora nadie crea en nadie. La ambición del hombre hace que
nadie crea en nada. Después del dinero no viene la virtud, ni la bondad, ni la
educación, ni la humildad, ni el sentimiento, ni el amor, ni la salud, ni la
decencia, ni el placer. Después del dinero viene el caos y el escándalo.
Paco Morán (26-7-95)
El dinero
destruye sentimientos