Por fin sale el sol, si bien lo hace acompañado de nubes negras. Es un día
cualquiera de un año cualquiera, pero
podría ser miércoles con sabor a lunes…y es cuando descubres que hay un
paralelismo y te dices que sí te interesa esa persona, pero dudas, pulula en ti
el que quizás no te convenga. Pero tú sigues buscándole como si fuera el premio
en un concurso. Sólo sabes que el premio es lo que uno piensa pero te
preguntas: ¿y si encuentro lo más perfecto? Pero tú apuestas o todo o nada y
resulta que el todo es una perfección inagotable.
Lo que es peor
es que tal vez no halles nada detrás de la puerta. Tocas las palmas y cantas al
mundo que no se acaba, pero tú decides bajarte en esta parada. Te bajas y
espera sus besos. Pero aprovechas el instante para extender una cuerda entre
dos estrellas para columpiarte en el inmenso paraíso del Universo.
Paco Morán (22-1-2010)
Me gusta columpiarme entre dos estrellas