...Y así, El Vagabundo tuvo otra
oportunidad de vida. Derrotada la señora de la guadaña y ganada la batalla a la
muerte, vuelvo a buscar la recogida de la vulgaridad para destrozarla. Vuelve
la radio a envolver la señorial noche. Vuelvo a mojarme con la fina lluvia y el
frío relente.
El
Vagabundo vuelve para oír la banda sonora de la naturaleza, vuelve la radio a
alcanzar la esencia diplomática y verdadera, vuelve la filosofía a dejar su
sello. El Vagabundo te dice que tú tampoco has muerto. Alza tu mirada y
descubre que el cielo está lleno de estrellas. Levanta tu mano para alcanzarlas
y comprobarás que puedes tocarlas. Tú puedes. Da golpes y más golpes en la mesa
del desequilibrio. Ya estuviste bastante tiempo muerto hermano. Lucha contra todo
y ante todo.
Destruyamos
la vulgaridad. Acabemos con las carcajadas desafiantes y matemos la
intolerancia, la incomprensión, los sectarismos... Inspirémonos en Freud, Descartes, Shakespeare, Gustavo Bueno,
Antonio Gala, Alberti, Oscar Wilde, Picasso, Goethe, Séneca... Plagiemos a esos
hombres que llenaron el mundo de formas, de ideas, de poesías, de pintura, de
belleza, de sentimientos... El Vagabundo quiere amalgamar toda la escala
cromática capaz de aglutinar. En esta noche de resurrección quiero apandillar a
las personas más capaces. Quiero reclutar las frases más hermosas y oír las
palabras más desconocidas.
Este
viejo mendigo de la palabra vuelve a la radio para reunirse con los más
bondadosos y humildes seres que le han esperado. Vuelve la reunión de los
consecuentes y el dinamismo de la palabra. Regresa la radio en la noche a ser
lo que fue: un congreso de minoritarios amantes de la belleza.
Paco
Morán (21-12-94)
El
lujo no tiene nada que ver con lo bello