Es de noche y El Vagabundo patea sobre al filo de
la madrugada, la ciudad que le vio nacer. Sigo alerta en esta oscura sombra
nocturna. Deseo aglutinar palabras y conseguir que sutilmente entren en tu
capacidad acústica. Quiero poner en funcionamiento la sofisticada maquinaria de
tu cerebro para que oigas y analices cuanto te entrego a cada instante. Hablo
desde el margen izquierdo del río Odiel y el derecho del Tinto. Antes de que
los dos ríos se unan para besar al Atlántico, comienzo mi andadura por los
opacos senderos de la radio. Y lo hago desde la noche y desde la penumbra.
Camino a veces en tenebrosas oscuridades sin luna.
En este crepúsculo nocturno, la radio será un concierto de insectos, un diálogo
de silencios, una canita al aire, una aventura sangrienta sí alguien muerde mi
cuello o si algún delincuente apuñala mi cuerpo. También la noche puede ser
teñida de rojo si alguna mujer me entrega su virginidad. Esta noche, la radio
podrá ser la unidad de cuidados intensivos del desconsuelo, una historia
apasionante entre sábanas revueltas, una noche de amor entre praderas de seda,
un rosario de caricias soñadas o un volcán silencioso difícil de controlar. La noche es la única posibilidad
que tenemos para hablar con nosotros mismos. Recuerda que cuando el sol sale y
la luna se oculta, empieza la demencia en el mundo, la vulgaridad y la
ordinariez. Porque la noche es misteriosa, porque es capaz de ver como pasamos
del traje al pijama sin apenas darnos cuenta. La noche contempla como pasamos
de los zapatos a las zapatillas. La noche es capaz de descubrir los lunares más
íntimos. La noche es capaz de acariciarte mientras duermes. Es tan extraña, que
está capacitada para posar sus labios en tus senos sin que tú te des cuenta. La
noche a veces sólo aparece para ver tu impresionante figura. Ante los profundos
ojos de la noche caen faldas, pantalones, pañuelos de sedas, medias, ligueros y
algún que otro sujetador. La noche conoce secretos que no los frecuenta nadie.
La noche ha sido capaz de ver, alguna postura que no figura en ninguna edición
del Kamasutra.
Paco Morán (9-8-96)
Los insectos dan sus conciertos en la noche