Quiero
tener fe y esperanza en la juventud. El Vagabundo comienza a creer en las
nuevas generaciones que configuran estos nuevos hombres y mujeres del fin del
milenio. Soy a veces optimista cuando advierto escenas que me arrastran a este
sentimiento de aguardo. Me emociono cuando veo en las plazas de las ciudades a
jóvenes durmiendo en tiendas de campaña, soñando sobre el suelo para pedir y
reivindicar la ayuda para el tercer mundo.
Son esos
jóvenes, a los que los pesimistas arcaicos, tachan de pasotas. Pero ahí están.
Haciendo sus dignísimas protestas. Ese es el rayo de esperanza que junto al
objetor de conciencia encadenan sus ideas para acabar en el pacifismo. Todo
esto es, en lo que el lenguaje filosófico se ha dado en llamar, salto
cualitativo de fe en el hombre. Estos jóvenes, han saltado sin
proponérselo, al entendimiento de los
pueblos, a la ruptura de fronteras. Algo está devolviendo a nuestra sociedad la
salud perdida. Confío en estas nuevas generaciones de hombres y mujeres, que
como El Vagabundo odian los ejércitos, las guerras y las miserias.
Paco Morán (8-9-95)
En
la asignatura bélica, te pondrán un cero si no sabes explicar la mejor manera
de matar al enemigo