Creo que una chica desnuda vale
más que un millón de estatuas. Una mujer hermosa tendida en su alcoba vale más
que el Dalí que cuelga de una de las paredes del Museo del Prado. Una bella
dama paseando desnuda por la arena mojada de una playa salvaje vale más que lo
plasmado por los pintores de Altamira. Una mujer haciendo el amor con su pareja
es más hermosa que la lectura de un Cervantes. Y es que amada mía, prefiero
verte a ti que contemplar a la
Gioconda o a la
Venus de Milo. Tú eres una obra de arte más bella y
perfecta que cualquier creación
artificial marcada por el valor de los mercados.
¿Sabes una cosa amada mía? A las
obras de arte sólo se las pueden mirar. A ti en cambio, puedo mirarte,
vislumbrarte, acariciarte y amarte.
Paco Morán (26-9-95)
Cada noche mis dedos desafían la ley de la gravedad sobre
tu cuerpo